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Alergia estacional

Alergia estacional Es primavera y quiero morirme. No en realidad, no sin latidos. Sólo a ratos, mientras respiro,  hago cuentas y sazono la cena. Se despide la noche, cansada de esperarte luna. Es un tormento tu ingenua ausencia. Amanece. Hay huelga de aves y flores desmembradas en las piedras. ¿Ves abejas en alguna parte? No estamos para rondas, primavera. y nadie se atreve a desafiarte.  Otra vez anochece...  Miro por la ventana y ahí está ella, amarilla y risueña, plagada de esperanza y promesas.  Eres inevitable, como la vida, primavera. 
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Minificción   Constelaciones familiares Por Lorena Vasconcelos Regresó del trabajo y con un ademán de saludo me mostró la sorpresa. Corrí por el pedacito de gis blanco para copiar los puntos que ella impregnó con esmalte de uñas en su palma. Dibujamos nuestro universo en la pared de ladrillos que pintamos de color café, a falta de negro.  —Esta constelación se llama Perseo, ponla abajo de Casiopea —me indicó. Ese día despidieron a mi madre sin pago, porque a su patrona le molestó encontrarla hojeando un libro de astronomía en la biblioteca, en lugar de fregar la estufa, sus manos y su espalda.  Repasamos el manto estelar y nos fuimos a dormir tras el aviso de que al día siguiente no viajarían más puntos rojos en su mano, pero que en algún momento continuaría dibujando nuestro universo.
  Minificción Entrega* Por Lorena Vasconcelos La oruga revisa a diario el buzón del correo. En la fábrica de alas se agotó el polvo de estrellas... o extraviaron su dirección. *Escrita en noviembre de 2012.

Bien común

  Minificción Bien común Por Lorena Vasconcelos Todo sucedió en menos de tres minutos. Suficiente para una línea de tiempo cargada de ira en la que Alfonso leyó el correo, aventó los pedazos de carta al piso, tomó el bonche de papeles amontonados en la mesita del rincón y lo lanzó por la ventana al contenedor de la calle. Al siguiente día, el ego vencido lo llevó a empujones hasta el depósito de basura. Nada. Vacío como todo los domingos desde temprana hora. Su antología poética no había ganado la convocatoria y la editorial advertía que no habría devolución del material. La única copia estaba ahora en manos de un no sé quién, que en adelante compartiría poemas sobre la vida y el amor a sus compañeros en la unidad de reciclaje, a las vecinas del barrio o a la banda de la cascarita de fut y chelas de cada domingo.

Minificción para Renata

Minificción Minificción para Renata  ―"Mamá, ¿soy hermosa?", me pregunta la girasolita mientras voltea graciosa y radiante  hacia la luz del abuelito sol.

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